Lleva tus luchas al Cielo
El águila no lucha con la serpiente en el piso. Lleva la serpiente para el cielo, cambia el campo de batalla y después la suelta. La serpiente no tiene ninguna resistencia, poder, ni equilibrio en el aire. En su terreno la serpiente es poderosa y mortal, pero en el aire es inútil, débil y vulnerable.
Lleva tus luchas al CIELO en oración y Dios tomará el control de tus batallas. No luches contra el enemigo en su zona de confort, cambia el territorio de la batalla. ¡Llévalas para el alto y tendrás certeza de la victoria!
Cuando la tierra no tiene solución, el cielo ya está tomando providencias.
Dios les bendiga.
Laus Deo.
Alabado sea Dios.